29 Abr LAS 7 MANERAS DE CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS
Siete maneras de encontrar la voluntad de Dios:[wbcr_php_snippet id=”600″ ancho=”20%” tipo=”J” donde=”C”]
Primero, Dónde buscamos la voluntad de Dios? ¡En La Palabra de Dios!
Segundo, por la Voz de Su Palabra. Uno está leyendo un pasaje y de repente algún versículo, una Escritura o una palabra hace… ¡pump! ¡Y te da en la cabeza! “¡Fiuuu! ¡Esto es para mí! ¡Guau, ésta es la solución!”
¡Lo ves tan claro! ¡La Voz de la Palabra! Te habla con un versículo en particular que se te aplica a ti personalmente, por Su Espíritu. Otras te habla directamente, sin utilizar el Libro.
Tercero, Una revelación directa, que vaya de acuerdo con La Palabra! ¡Tienes que sopesarla! ¡Probar los espíritus! Cerciórarte de que las revelaciones directas de Dios concuerdan con Su Palabra.
Cuarto, Consejeros piadosos “En la multitud de consejeros hay sabiduría”.
Seguir Su Palabra mediante consejeros piadosos. No sólo seguir a los que dicen creer en la Biblia, sino que los que tú ves que de veras la ponen en práctica tal como sabes que se ha de hacer. ¡Los que no sean sólo oidores de la Palabra, sino también hacedores! Que de testimonio, que conquisten almas, que hagan el trabajo. ¡Que tengan frutos que lo demuestren! Que sepas que van en serio.
Quinto, ¡Las circunstancias! Algunos lo llaman puertas abiertas o puertas cerradas.
¿Hacia donde parece que Dios te quiera llevar? ¿Donde hay puertas abiertas para servir? ¿Dónde tienes una buna posibilidad de trabajo? ¿En que dirección dirías tu que Dios esta proporcionando los medios y abriendo El camino? Esta es una forma de descubrirlo, observando la situación, las condiciones, las puertas abiertas o cerradas.
Sexto, El testimonio del Espíritu, o anhelos, que es como lo llaman algunos. Es como una sensación! Una profunda convicción: ¡el testimonio del Espíritu! Te sientes con fe dentro de ti. ¡Sabes que aquello es la voluntad de Dios! ¡Tienes la certeza de que eso es lo que te corresponde hacer! Una suave y apacible vocecita que te habla al corazón, quizá no en voz alta; ¡ninguna clase de señal audible o visible, únicamente esta vocecita callada en tu interior! ¡Una profunda convicción! Un aviso del Espíritu Santo.
Séptimo, Precisando el tipo de revelación que deseas. Esto lo llamaremos: Poner un “vellón”, que se cumpla una señal ! [ Vellón: una parte de la piel de una oveja ]
El ejemplo es lo que hizo Gedeón (Jueces 6:36-40.).
El oró: “Señor, si el vellón queda seco y toda la tierra húmeda, entonces entenderé que eres Tú quien me habla”. La primera vez no quedó del todo convencido, entonces dijo “Ahora, Señor, si el vellón está mojado y la tierra seca lo creeré”. ¡Y cada vez pasó lo que dijo!
Me gusta recibir una señal del Señor, me gusta comprobarlo con un pequeño vellón, para saber que voy bien encaminado. Esta es una manera de conocer la voluntad de Dios: pedirle una señal, alguna indicación, usar un vellón.
¿Qué es una decisión para un cristiano? ¿Qué es lo que trata de encontrar? ¡La voluntad de Dios!
¿Cuál es El primer requisito para hallar la voluntad de Dios? ¡No tener voluntad propia! Entrégale tu voluntad, tu cuerpo y tu mente al Señor Has optado por someter tu voluntad a Jesucristo y dejar que El guie tus decisiones!
“¡A los que dejan que El Elija, lo mejor de lo mejor les da!” Si eres hijo Suyo y Le permites que escoja, ¿qué va a elegir para ti? Lo que más te conviene, lo que te hará feliz.
Dices: “Si, pero ya he entregado mi voluntad a Dios; le he cedido mi vida al Señor, confío en El, pero todavía no consigo descubrir Su voluntad. Sigo confuso, Ni siquiera comprendo el problema, ¡cuánto menos la solución!”
¡No te quedes ahí parado cómodamente esperando que Dios lo haga por ti cuando tú no estás dispuesto a salir a trabajar por El! Algunos piensan que vivir por fe es no trabajar, vagar por ahí esperando que Dios haga cosas por uno, sentarse tranquilamente… “Estoy esperando a que el Señor me diga qué hacer”. Si no sabes adonde ir o como hacerlo, ¡sal y empieza, que El ya te guiará! Un barco debe estar en movimiento para que el timón haga efecto.
¿Cómo se encuentra la voluntad de Dios?
Abandonándose totalmente, cediendo por completo ante Dios; ¡entregando toda la mente, todo el cuerpo y toda la voluntad propia! ¡Entonces lo sabrás! ¡Si de veras no tienes deseos propios, no habrás de aguardar mucho! “Si tuvieras opción a hacer todo lo que quisieras ¿qué harías?” “Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. ¿Qué quieres hacer? ¿Cuál es realmente tu elección?
Yo estoy haciendo exactamente lo que deseo, lo que me encanta hacer, ¡y lo que sé que es la voluntad de Dios! Estoy donde tengo que estar. No se me ocurre nada que prefiera hacer diferente a lo que estoy haciendo!
[wbcr_php_snippet id=”600″ ancho=”30%” tipo=”P” donde=”C”]