29 Ene Cómo identificar las heridas emocionales
Lista de síntomas comunes que se deben tomar en cuenta si tenemos una herida emocional:
Irritabilidad: ¡es fácil irritarse con los demás, aunque no estén haciendo nada malo!
Poca o ninguna tolerancia: hay un problema de baja tolerancia con los demás, con lo que esperas y exiges de ellos.
Suceptibilidad: Sentimientos que siempre se elevan, sentimientos de ira, odio, resentimiento, etc. parecen “elevarse” dentro de ti ante la más mínima ofensa de los demás.
Demasiado sensible: Si hay eventos en tu pasado que causan que te vuelvas muy sensible o te enojes, o incluso que te enfade, entonces es probable que revele una herida emocional profunda ligada a ese evento o memoria.
Dificultad para perdonar: se te hace muy difícil amar y por lo tanto perdonar a los demás. También puede ser difícil perdonarse y amarse a sí mismo. Incluso puede ser difícil perdonar y amar a Dios.
Dificultad para sentirse amado: es difícil ver claramente y darte cuenta del amor de los demás y de Dios en tu vida. Puede que estés rodeados de personas que nos aman, pero puede ser difícil sentir y recibir plenamente ese amor. Parece que hay una pared que bloquea el flujo de amor en tu vida.
Arrebatos: cuando hay una herida interna, es fácil tener arrebatos repentinos de ira, odio, resentimiento. Puede que te resulte fácil arremeter contra las personas que te quieren y que no te han hecho daño.
Sentimientos de enojo hacia Dios: cuando una persona ha sido herida, es fácil culpar a Dios por sus problemas y dificultades. Espiritualmente pone una pared en su mente que puede bloquear el poder sanador del Espíritu Santo para operar. Aunque él desea sanar tu herida, no anulará tu libre albedrío, y si mantienes el odio en tu corazón contra él, puede bloquear sus esfuerzos para sanar tus heridas.
Odio a sí mismo: muchas veces cuando una persona es lastimada por abusos del pasado, comenzará a pensar que tal vez lo que le sucedió, fue merecido por algo que hizo o por la forma en que era.
Sentirse frustrado fácilmente: debido a la confusión interna que causa una herida interna, es fácil frustrarse fácilmente con las tareas y responsabilidades diarias.
Escapismo: como resultado de la confusión interna, es fácil desear escapar o suprimir la realidad. Esto puede ser en forma de comer en exceso, beber, fumar, porno, gastar. Cuando una persona se entrega al escapismo, se pueden formar adicciones y abrir la puerta a espíritus de adicción, lo que hace que las adicciones sean prácticamente imposibles de romper.
Sentimientos de venganza: debido al odio y la ira acumulados como resultado de la falta de perdón, a alguien que tiene una herida interna enconada le será fácil tomar represalias o responder a aquellos que los ofenden o se ponen de puntillas.
Comportamiento irresponsable: el dolor interior tiene una forma de consumir la mente de una persona, y eventualmente esto puede tomar un enfoque descuidado de la vida. Es difícil sentirse bien contigo mismo si tienes una herida interna, y si no te sientes bien contigo mismo, esto comenzará a reflejarse en tu estilo de vida.
Expectativas irracionales de los demás: alguien que ha sido herido puede tener grandes expectativas para los que lo rodean. Piensan que los demás deben mantener normas poco realistas y son muy intolerables a cualquier error que se cometa. Les cuesta soportarse unos a otros.
Perfeccionismo: una persona que tiene una herida emocional también puede ser impulsada por el rendimiento. Tal vez sintieron que sin importar lo que hicieran, nunca podrían complacer a un padre o una figura de autoridad, y más tarde en la vida, esa herida de rechazo hace que la persona sea un intérprete hasta el punto en que nunca están satisfechos y quemados por sus esfuerzos.
Sentimientos de desesperanza: Creo que esto es también un resultado común de heridas internas no resueltas. Ya que el amor de Dios está bloqueado en tu vida, se hace difícil ver por qué él te amaría o cuidaría, y por lo tanto te conviertes en un blanco fácil para sentimientos de desesperanza.
Activismo: cuando sufres de una herida emocional, puede crear un sentido de vacío en el significado de tu vida, conduciéndote así a encontrar falta de significado, de propósito e infelicidad, lo cual intentas llenar en tu vida en forma de títulos universitarios, éxito financiero, reconocimiento en tu grupo social, etc. En vez de apreciar a la persona que Dios ha hecho (¡TÚ!), te encuentras persiguiendo lo que crees que traerá verdadera felicidad y propósito a tu vida.
Hostilidad hacia Dios, hacia uno mismo y hacia los demás: debido a las emociones atadas, una persona puede tender a sentirse hostil hacia Dios, hacia otras personas en su vida, o incluso hacia sí misma. Esto usualmente tiene sus raíces en una forma de amargura contra Dios por no impedir que algo te suceda, amargura contra alguien que te ha ofendido o dañado emocionalmente, o amargura contra ti mismo por los fracasos en los que has caído.