19 Ago De Jesús: Aprendan a orar sin límites..!
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1. No dejes de invocar las llaves más radicales, las que rompen esquemas, no solo por tu bien, para que haya variedad y para que estires tu fe, sino también por Mí. De ese modo podré obrar cambios radicales en respuesta a tus oraciones.
2. Por ejemplo, ¿cuándo fue la última vez que invocaste las llaves de la genialidad para resolver un problema? Aunque no eres un genio, Yo lo soy y te enviaré soluciones que solo un genio puede aportar. ¿Cuándo fue la última vez que solicitaste ayuda a un santo difunto -como por ejemplo Albert Einstein- si necesitabas perspicacia o ayuda en lo práctico, o la de Juan Pablo II si te hacía falta motivación?
3. Utiliza al máximo tu arsenal espiritual. No temas salirte de la norma y utilizar las llaves más radicales y libres, o invocar a espíritus ayudantes interesantes. Así obtendrás respuestas radicales e interesantes que se adecuen perfectamente a tu situación.
4. Tienes a tu disposición un poder espiritual tremendo; no vaciles en utilizarlo en tus oraciones. Recárgalas con el poder de las llaves. Exígeme que te auxilie invocando promesas específicas de las Escrituras. Pulveriza al Enemigo con un ejército de poderosos espíritus ayudantes. Ámame, alábame, sírvete de Mi fantástico poder. Aspira a lo máximo en el espíritu, y obtendrás los mejores resultados.
5. Tus ratos de oración pueden convertirse en una experiencia espiritual emocionante si Me dejas participar más plenamente. Aprópiate de las llaves, averigua más detalles sobre el ayudante al que invocas, y podrás conectarte mejor con él. Si te despojas de tus ataduras terrenales y te sumerges en Mi corriente espiritual, ¡descubrirás que la oración puede ser de lo más emocionante! No solo obtendrás resultados por medio de la oración sino que también disfrutarás del paseo.
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6. No te imaginas cuántas veces deseo que me pidas algo un poco más difícil, algo literalmente imposible. ¡Vamos! Tengo el poder. Soy omnipotente. ¿Qué te parece si me lanzas un desafío? Dame una oportunidad de demostrarte de lo que soy capaz. Si puedes creer que puedo y deseo cumplir Mi voluntad, no hay nada, absolutamente nada, que no pueda hacer.
7. A Mí no me limitan las dimensiones del tiempo y el espacio. No me limitan las leyes de la naturaleza. Si hay alguien capaz de obrar sin precedentes o alterar las posibilidades, soy Yo. Enciéndeme y provócame pidiéndome algo que supere lo que normalmente pides. Algo exorbitante, monumental; algo sobrenatural, algo que haría la mar de diferencia para ti.
8. Pídeme que responda tus oraciones de formas alucinantes y sorprendentes; demuéstrame que cuando dices que no te importa hacer algo muy diferente de lo habitual o de lo que acostumbras pedir en tus oraciones diarias lo dices en serio.
9. A la mayoría de las personas les agrada la seguridad que brinda hacerlo todo siempre del mismo modo. Ahora bien, esa seguridad puede llegar a convertirse en una camisa de fuerza espiritual. Cuando te dispongas a orar rompiendo esquemas, piensa en algo que hagas siempre de la misma manera, y hazlo esa vez de otra forma. Digamos que cuando alabas lo haces siempre igual. Esta vez canta tus alabanzas, rímalas o levántate y alza los brazos y exprésalas de viva voz.
10. Salte del molde. Cuando lo hagas verás que la energía necesaria para hacerlo se asemeja al impulso que necesita el cohete para separarse de la gravedad de la Tierra. Te catapultará aún más hacia las profundidades del espíritu.
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11. Orar sin límites no significa simplemente hacer algo alocado o chistoso, aunque puede llegar a ser muy divertido o diferente. La idea es liberarte, pero no al punto de convertirse en una distracción. Tu objetivo -y esto se aplica a la oración en general- es eliminar de tu corazón, mente o espíritu todo obstáculo que limite tu poder como combatiente del espíritu. Una oración que no conoce límites ataca todo lo que se te cruza por la cabeza o el espíritu para limitarte, y te libera a fin de que avances en espíritu.
12. Estas oraciones extremas no deben imponerse a nadie. Quien debe tomar la iniciativa es la persona que ora. El primer requisito para ser libre es desear serlo. Si hacer una oración sin límites te causa tanta incomodidad que no ves el momento de que acabe, con ello no conseguirás que sea más eficaz. Esta manera de orar es para quienes están dispuestos a jugarse el todo por el todo con tal de conseguir que sus oraciones sean eficaces.
13. ¿Sientes que tus oraciones se han vuelto una práctica rutinaria, incluso aburrida? ¿Te sorprendes orando como un autómata, siempre con el mismo vocabulario y las mismas promesas, recurriendo constantemente a las mismas rutinas?
14. Pues bien, no hay nada como un poco de condimento para añadir chispa a tus oraciones. Renueva por completo tu vida de oración, renuévale por completo el guardarropa por así decirlo, con nuevos estilos, colores e incluso un toque extravagante que haga aflorar al verdadero creyente que hay en tu interior.
15. ¿Te has metido en una rutina? ¿Te preguntas si tus oraciones llegan a Mis oídos o se pierden por el camino? Haz un alto y piensa en las palabras que empleas al orar, en tu estilo de oración. Ahora, deja volar la imaginación y piensa en lo que en realidad desearías que ocurriera. A continuación, expresa de palabra ese deseo y esa motivación. Te aseguro que notarás la diferencia y cuando ores los demás presenciarán un remezón de mi alocado Espíritu Santo, esa fe que se atreve a pedir lo inesperado, lo extraordinario y lo imposible que se vuelve posible.
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16. Me encantan las oraciones que me ponen entre la espada y la pared. Me fascinan las que constituyen un reto y me conminan a demostrar Mi poder. Disfruto con toda clase de fe, pero sobre todo la fe atrevida, la fe que se sale de los moldes. Me gusta la fe con estilo, la que baila y canta, hace acrobacias y todo lo que obligue a los demás a apreciar esta poderosa arma y recurso que tienen en sus manos. La fe que llama la atención hacia Mis promesas. Una fe loca, una fe que obtiene resultados, una fe que siempre gana, la fe eficaz.
17. Da testimonio de lo mucho que crees en el poder de la oración atreviéndote a ser diferente, aventurándote a orar de maneras novedosas. Atrévete a promover la oración, hacer publicidad del poder y los efectos de la oración. Lo puedes hacer practicando constantemente nuevas y estimulantes ideas para orar.
18. ¡Haz que los demás presten atención al ver que cuando oras te conectas al mundo espiritual sin temor a explorar nuevos métodos de emplear el poder de la oración y dar a conocer al mundo sus posibilidades desconocidas!
19. Si necesitas obtener resultados extremos haz oraciones extremistas. Las oraciones extremas se hacen con plena fe, con la certeza de que soy un Dios de milagros, que supera todo imposible. Yo puedo hacer lo que sea. Demuéstrame que me crees, rezando para que obre un milagro verdaderamente celestial y te dé una respuesta lo que se dice sobrenatural y fuera de serie. Me encanta proveer para Mis hijos mediante milagros y respuestas insólitas. Eso sí, tienes que hacer tu parte solicitándolos con fe y contando con lograr resultados.
20. Haz lo que sea necesario para obtener la respuesta que persigues. Despójate del orgullo y de tu imagen y preséntate ante Mí sin vestiduras, con solicitud y humildad. Estoy cercano al humilde y contrito de corazón, y no puedo menos que honrarlo. Cuando des el paso de hacer lo que sea necesario para obtener la respuesta, Yo daré los pasos correspondientes y haré cuanto haga falta para darte lo que te hace falta.
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21. ¡Salte de tus límites y entra en el espíritu! Demuéstranos a Mí y a los demás que te tomas en serio tus oraciones y las respuestas que cuentas con obtener. Lo puedes hacer manifestando disposición a probar métodos nuevos de orar o combatiendo con las armas espirituales de formas que no acostumbras.
22. Si te rompe el odre y te destroza el orgullo, y aun así no te importa hacerlo, eso añade poder a tu oración, ya que estará impulsada por la humildad, el fervor y la disposición a hacer lo que sea necesario para obtener la respuesta.
23. Cuenta con que Yo haga maravillas, y colmaré tus expectativas y te concederé unas respuestas increíbles.
24. Me agrada ver que demuestras dependencia absoluta de Mí sin importarte el qué dirán. David bailó apasionadamente en Mi presencia para alabarme y halló gracia delante de Mis ojos, y lo bendije.
25. Me inspira y emociona ver que no te importa llegar a ningún extremo por Mí con tal de obtener respuesta a tus oraciones. Esa inspiración libera más poder y acelera la respuesta.
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26. ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar con tal de obtener respuesta a tu oración? ¿Qué te animas a hacer? ¿Hasta dónde llega tu fervor? ¿Qué tan libre eres en espíritu? ¿Te animas a deponer el orgullo y vestirte con el manto de la humildad con tal de alcanzar el objetivo, aunque le desagrade a tu amor propio?
27. ¡Rompe los límites de lo establecido! Rompe la caja y echa a rodar el oro de tus oraciones hasta los confines del mundo. ¡Haz algo nuevo! ¡Algo diferente! Conviértete en un odre nuevo que no se ajuste a lo convencional ni a los métodos de siempre. Me encanta que Mis hijos tomen la iniciativa y se aventuren a hacer lo inesperado demostrando fe y confianza en Mí. ¡Jamás pasaría por alto oraciones así!
28. La clave para que las oraciones sean eficaces es la fe. Me refiero a una fe tan, tan fuerte, tan entusiasta, deseosa y ferviente que ni se percate de que pide algo que se consideraría absurdo conforme a los criterios de la lógica o el pragmatismo, y cuenta con obtenerlo.
29. Es la clase de fe y de oración que se colocan adrede entre la espada y la pared. La oración que nace en el corazón como un fuego inextinguible. Una oración que surge del fondo del corazón de los que pasan tiempo conmigo en el aposento y se sienten tan reafirmados en su fe que la gloria les resplandece en el rostro.
30. Me encanta cumplir Mi Palabra. Ponme a prueba hoy mismo. Dame algo difícil, algo imposible. Será divertido. Me encanta hacer lo imposible. Es una oportunidad de demostrarte amor, una oportunidad de lucirme ante ti, esposa Mía. Así que, ¡vamos!, sé que tienes mucho que pedir. Escoge una de tus peticiones y encomiéndamela. Concentra tus oraciones en esa petición y déjame obrar. ¿Te animas?
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31. Cada vez que oras desencadenas un milagro. La magnitud del milagro depende de ti. Si haces una oración de medio pelo, de puras generalizaciones, obtendrás un milagro a medias. Haz una oración bien concreta, llena de fe, y te emocionará el milagro concreto y portentoso que generará. De ti depende.
32. La oración es un fenómeno sobrenatural. Es por eso que no puedes entenderla desde un punto de vista físico. No obstante, debes reconocer que afectará tu mundo de manera tan real como cualquier cosa física. Cuando ores, procura concebir tus oraciones de esa manera, y cuenta con percibir la diferencia y los resultados, y así será.
33. Da igual por qué ores: fíjate metas altas y dalo por hecho. ¡Cuenta con ver progresos! Cuenta con la respuesta, y no una respuesta invisible y ambigua que apenas encaje en una definición de respuesta. ¡Cuenta con una respuesta increíblemente precisa, la solución perfecta, un milagro grandísimo!
34. Recibir una respuesta contundente a la oración, una respuesta fuera de lo corriente, puede llegar a suponer una gran medida de fervor. Si has llegado al punto en que no tienes a quién recurrir, si estás en las últimas y no te queda otra, lo más probable será que combatas en oración con todas tus fuerzas. Es más probable que ores con fervor y suma eficacia, con mucha entrega y sin tregua con tal de alcanzar la victoria en oración. Pero, ¿por qué esperar a que la situación se complique? Despabílate y concéntrate en obtener las respuestas que te hacen falta, antes de que las circunstancias te obliguen a ponerte de rodillas.
35. Cuando ores, debes creer, debes tener fe. Orar sin fe es como preparar una comida deliciosa y no comérsela. Puedes seguir todos los pasos, comprar alimentos de máxima calidad, estudiar la receta y ajustarte a ella al pie de la letra. Puedes servir una mesa divina, poner tus platos con muy buen gusto presentando una comida perfectamente equilibrada y preparada. Ahora bien, si todos la admiran, comentan y hablan de ella pero no prueban bocado, está claro que no habrás conseguido lo que te proponías.
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36. Se puede decir lo mismo de las oraciones hechas sin fe. No pido elocuencia, perfección ni dramatismo. Lo que quiero es fe. Una fe que sabe que habrá un cambio, progresos y milagros gracias a la oración.
37. La fe es el fuego, el calor, el poder que sustenta tus oraciones. Si ruegas con fe, tus oraciones romperán las barreras mediante el poder de Mi Espíritu y cumplirán Mi voluntad concediéndote las peticiones de tu corazón.
38. La fe consiste en accionar el interruptor y contar con la respuesta, es decir, que se encienda la luz. Si la respuesta no se manifiesta, la fe revisa que todo esté en orden: que la lámpara no esté quemada y se encuentre bien ajustada. Es decir, que tienes el corazón debidamente conectado y dispuesto. Si el desperfecto no está ahí, la fe revisa la caja de fusibles para comprobar que entra la corriente y las condiciones externas no impiden que se obtenga la respuesta. Y si la fe no logra detectar el fallo por su cuenta, pide ayuda a un experto -en este caso, consulta conmigo- y espera con paciencia aunque haya retrasos, manteniendo una actitud expectante y confiando en que responderé y se repondrá el fluido eléctrico cuando las circunstancias sean apropiadas.
39. ¿Para qué orar si no cuentas con la respuesta? Lo único que me limita es tu fe y que no cuentes con un milagro.
40. La píldora vitamínica de la fe se elabora con los siguientes ingredientes: escuchar Mi Palabra, recordarme Mis promesas, manifestar optimismo ante los demás, perseverancia, paciencia y sumisión.
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41. Dosis: Pueden tomarse tantas tabletas como se desee durante el día.
42. Observación: Este producto ha sido elaborado para curar la incredulidad, el temor y la preocupación. Se garantizan su eficacia por medio de la oración si se siguen las indicaciones.
43. Advertencia: Puede producir efectos secundarios como milagros, respuestas sorprendentes a la oración, musculatura espiritual y una sensación generalizada de bienestar.
44. No permitas que la ignorancia de Mi voluntad o un profundo desconocimiento de la dinámica del mundo espiritual afecten negativamente tu fe o te eviten orar y solicitar Mis respuestas. Edifica tu fe sobre algo más firme que tu corto entendimiento de Mi Reino. Fundaméntala en Mis Palabras y promesas, con las cuales puedes contar y que puedes invocar sin reparos.
45. Lo primero que se me viene a la cabeza cuando escucho una oración ferviente y llena de fe es: «Por fin». Por fin me piden las cosas de manera que pueda responder. Por fin me piden que obre en esta cuestión que exigía que orasen. Por fin me ponen a prueba. Por fin me dan la luz verde para actuar.
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46. Amores míos, a Mí me conviene aún más que a ustedes responder sus oraciones. Soy Yo el principal interesado en que Mis planes se lleven a cabo. Sea lo que sea que hayan pedido, les garantizo que llevo más tiempo que ustedes esperando a que la situación se resuelva. Sus oraciones, siempre y cuando se hagan con la medida justa de fe y fervor, serán el golpe de gracia que me permita actuar.
47. ¿Saben por qué tendrán tanto poder en el Cielo? No se deberá exclusivamente a sus nuevas habilidades, sino más que nada a que por fin contarán con suficientes pruebas para creer que soy capaz de facultarlos de forma que logren mucho más de lo que normalmente son capaces de hacer. Entonces por fin se tomarán en serio esto que digo. Sin embargo, ¿saben una cosa? Ese poder está disponible ahora mismo para toda persona de fe que esté dispuesta a ir más allá de los confines de su mentalidad carnal y crea sin dudar Mi Palabra.
48. Imagínate que la persona más adinerada y poderosa de la tierra, con influencia y recursos ilimitados, está totalmente prendada de ti. Te quiere tanto que no puede resistirse a concederte todo lo que le pidas, de tanto cariño como te tiene. Como nunca has experimentado algo así, te cuesta imaginarlo. Pero si puedes, procura imaginar la actitud de confianza que tendrías cada vez que te hiciera falta algo y te acercaras a pedirlo. Con esa confianza deseo que me pidas a Mí. Eso es lo que Yo llamo fe.
49. La oración es como una barra de jabón. Tiene todo lo necesario para cumplir el objeto para el que se la creó. Ahora bien, tu parte es extraerlo mojando el jabón con la certeza de su capacidad. Así podrás aprovechar su espuma.
50. Me encantan las oraciones llenas de fe. Me gustan porque son oraciones de alabanza expectantes, plegarias llenas de una maravillosa y positiva energía espiritual, y esas oraciones pueden extraer el poder del Cielo más que ninguna otra.
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51. Los hombres de Dios de la antigüedad no eran muy numerosos que digamos. Sin embargo, las oraciones de esos pocos, unidas a su fe, lograron revertir las circunstancias, derrotaron a las ciudades y personas más poderosas, y se sobrepusieron a los más terribles reveses. Fue la oración lo que hizo que esos gigantes de la fe dejaran huella. Y será la oración lo que les permita a ustedes dejar huella en este mundo y obtener uno de los títulos más importantes: el de hombre o mujer de fe.
52. Empieza hoy una nueva campaña y nunca vuelvas a hacer una oración si no lo haces de todo corazón. No vale la pena si no respaldas la oración con un ferviente deseo de ver que se haga realidad.
53. La oración crea una estrecha conexión entre la necesidad y la respuesta. Te conviertes en el grueso cable que une la grúa al objeto pesado. Completas la conexión entre Mi poder y la necesidad. La fuerza del cable la determina la fuerza de tus oraciones y tu determinación de verlas respondidas.
54. La fe es fundamental para que las oraciones den en el blanco y cumplan su misión.
55. ¿Oras con agresividad? ¿Te vistes con toda la armadura y te preparas psicológicamente para la batalla cuando me expones tus peticiones? Si es así, no te queda más que contar con victorias y respuestas. Y si no, no te sorprendas si no obtienes resultados.
56. Cuando oras con fe y te mantienes inconmovible en esa fe, ni tienes en cuenta otras posibilidades. No hay un plan B, solo el plan A, que es contar conmigo, el Alfa y la Omega.
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